Semana 13 de embarazo

¡Hola! Si estás leyendo este artículo, es muy probable que estés en la semana 13 de tu embarazo. ¡Felicidades! Esta semana es muy importante para el desarrollo de tu bebé. Si quieres saber más acerca de los cambios que ocurren en tu cuerpo y en el del feto, estás en el lugar indicado.

En este artículo te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre la semana 13 de embarazo, desde los cambios en el feto hasta lo que puede experimentar la madre. Además, te daremos algunos consejos para mantener una vida activa durante esta etapa. ¡Sigue leyendo para descubrirlo todo!

Semana 13 del embarazo: cambios en el feto

En la semana 13 de embarazo, tu hijo experimenta cambios significativos en su desarrollo. Ya pesa entre 13 y 20 gramos y mide entre 6,5 y 8 centímetros. A lo largo de esta semana, se completará la formación de sus órganos, como el hígado y el páncreas, que ya han comenzado a funcionar. Además, los riñones producirán orina que será liberada en el líquido amniótico, y el bazo generará glóbulos rojos para transportar oxígeno por su organismo.

Los intestinos del bebé regresarán al abdomen desde el cordón umbilical, ya que ahora hay espacio suficiente para acomodarlos. En este momento, también se desarrollan las cuerdas vocales del pequeño. El cerebro de tu hijo sigue avanzando, especialmente en cuanto al control muscular, y ya está estructuralmente formado. Los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho comienzan a conectarse, y las primeras neuronas en madurar serán las fibras motoras, seguidas de los nervios sensoriales.

En esta etapa, todos los huesos de las manos del bebé y las huellas digitales de sus dedos ya se han formado. Todas sus articulaciones están formadas, lo que le permite un amplio abanico de movimientos. De hecho, el bebé se encuentra muy activo en el saco amniótico. Sus párpados se han fusionado para proteger sus ojos mientras se forman, y aunque puede ponerse el dedo pulgar en la boca, los músculos que controlan la succión aún no están completamente desarrollados.

El feto mide 7,5 centímetros de la cabeza a las nalgas y pesa unos 30 gramos. En la 13ª semana de gestación, la cabeza del bebé representa casi la mitad de su tamaño total, aunque al nacer, la cabeza sólo ocupará una cuarta parte de su longitud. Tu hijo comienza a probar su expresión facial abriendo la boca, frunciendo el ceño y chupando los labios. Además, los estímulos del oído interno activan áreas en el cerebro que proporcionan placer y calma, y el sistema de equilibrio en su oído interno empieza a responder a los movimientos.

¿Qué puede experimentar la madre durante la semana 13?

En la semana 13 de embarazo, notarás cómo tu cuerpo continúa experimentando cambios significativos. Uno de los más evidentes es el aumento de peso y la pérdida de la cintura, lo que hace que la ropa habitual te quede ajustada y se note más la tripa.

Los pechos también crecen más de lo habitual y, al final de la gestación, pueden alcanzar un peso entre 400 a 800 gramos cada uno. Además, la areola se vuelve más oscura y grande, y es posible que aparezcan venas debajo de la piel de la mama.

Por otro lado, las molestias del primer trimestre, como el cansancio y las náuseas, pueden desaparecer en esta etapa, permitiéndote sentirte mejor y más activa. Sin embargo, si esperas gemelos, estos síntomas pueden durar un poco más debido al aumento de la hormona del embarazo en tu organismo.

A medida que avanzan las semanas, es común experimentar cambios en la piel causados por las hormonas. Por ejemplo, es posible que tu rostro se vea afectado por granitos y espinillas. Además, pueden aparecer estrías en el abdomen, los pechos, las caderas o las nalgas.

El estreñimiento, la hinchazón y la acidez son problemas comunes en esta etapa debido al aumento de los niveles hormonales. No obstante, en el cuarto mes de embarazo, muchas mujeres comienzan a sentirse con más energía y realmente empiezan a disfrutar de la gestación.

En resumen, la semana 13 de embarazo trae consigo cambios importantes en el cuerpo, como el aumento de peso, el ensanchamiento y el crecimiento de los pechos. A pesar de las molestias, esta etapa también puede traer una mejora en el bienestar y la energía.

Mantente activa

Querida amiga, durante el embarazo es fundamental seguir un estilo de vida activo y saludable. Si ya practicabas ejercicio antes de quedar embarazada, no hay razón para detenerte ahora. Por supuesto, es importante que adaptes la intensidad de tus actividades a un nivel que te resulte cómodo y adecuado a tu situación.

Una de las actividades más sencillas y beneficiosas para mantenerse activa durante el embarazo es caminar. Puedes aprovechar el trayecto al trabajo, a la escuela o a las tiendas para caminar y, además, subir escaleras siempre que sea posible. Estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar y el de tu bebé.

El sedentarismo durante el embarazo no solo puede afectar tu salud, sino que también aumenta los riesgos de complicaciones. Por lo tanto, es fundamental que te mantengas en movimiento y disfrutes de los beneficios que ofrece un estilo de vida activo.