Semana 18 de embarazo


¿Quieres saber cómo está creciendo tu bebé en la semana 18? Descubre todo sobre su desarrollo en este artículo.

¡Felicidades! Estás en la semana 18 de tu embarazo. Tu bebé está creciendo y desarrollándose a un ritmo impresionante. Esta semana, tu bebé desarrollará huellas dactilares únicas a partir de las arrugas en las puntas de sus dedos y dedos de los pies. Además, sus orejas empezarán a sobresalir y los oídos registrarán sonidos. Mientras tanto, tu cuerpo también está experimentando cambios notables. La circulación sanguínea se está adaptando para soportar al nuevo ser que está creciendo dentro de ti. Sigue leyendo para conocer más sobre los cambios en tu bebé y en tu cuerpo durante la semana 18 de embarazo. ¡No te pierdas ningún detalle!

Semana 18 de embarazo: cambios en el bebé

En la semana 18 de embarazo, tu bebé experimenta varios cambios significativos en su desarrollo. Uno de los más destacados es la formación de sus huellas dactilares únicas, que se originan a partir de las arrugas en las puntas de los dedos y los dedos de los pies. Gracias a factores aleatorios como la temperatura y la presión en el útero, incluso los gemelos idénticos tendrán huellas dactilares diferentes.

Las orejas de tu bebé también empiezan a sobresalir en esta etapa y sus oídos ya registran sonidos. Además, su vesícula biliar comienza a funcionar para digerir nutrientes. El cartílago del cuerpo de tu bebé se transforma lentamente en hueso a medida que su esqueleto se forma, y lo que antes era cartílago empieza a osificarse.

El corazón del bebé sigue desarrollándose, al igual que su sistema respiratorio. En esta etapa, se están formando las cuatro cámaras del corazón, divididas en cuatro cámaras y cuatro válvulas. El agujero llamado foramen oval permite que parte de la sangre de la aurícula derecha pase directamente a la aurícula izquierda, evitando que esa sangre pase por los pulmones. Es importante mencionar que el flujo sanguíneo fetal en el corazón funciona de manera diferente a como funcionará después del nacimiento.

El bebé de 18 semanas está trabajando sus músculos y practicando todo tipo de movimientos, como bostezar, tener hipo, succionar y tragar. Además, realiza movimientos respiratorios que ayudan a desarrollar los músculos del pecho y los pulmones. También ha desarrollado los reflejos de succión y deglución, y puede moverse y jugar con la cuerda umbilical. Todas estas acciones proporcionan al cerebro del bebé los estímulos sensoriales necesarios para su desarrollo.

Los órganos reproductores del bebé están en pleno desarrollo, tanto interna como externamente. En el caso de las niñas, los folículos que contienen los óvulos sin madurar ya se están formando en sus ovarios. Los pies y las piernas del feto están moldeados y se visualizan sombras oscuras que corresponden a los centros de osificación. Su diámetro craneal es de 4,8 cm.

En esta etapa, el embrión ya no es un embrión, sino un feto. Sus manos y pies se han desarrollado completamente y tienen uñas suaves. Además, puede chuparse el pulgar cada vez con más frecuencia. El tamaño del feto en la semana 18 de embarazo es de entre 12,5 y 14 centímetros y pesa unos 150 gramos.

Semana 18: la madre

En la semana 18 del embarazo, la madre experimenta diversos cambios en su cuerpo debido al proceso de gestación. Uno de estos cambios se produce en la circulación sanguínea, que puede provocar una disminución de la tensión arterial y mareos. Estos mareos pueden deberse al aumento del trabajo del corazón y a la presión del útero sobre los vasos sanguíneos. Además, un nivel bajo de azúcar en sangre también puede contribuir a esta sensación. Por ello, es recomendable que te levantes lentamente para evitar mareos.

La hormona relaxina, que afloja las articulaciones de la pelvis, también relaja los ligamentos de los pies y hace que los huesos se expandan. Esto puede hacer que necesites comprar zapatos más grandes durante el embarazo. Además, es normal que en estas semanas hayas ganado entre 4 y 5 kilos de peso y que el volumen de tus pechos sea mayor.

El sistema cardiovascular se ve afectado durante el embarazo, lo que puede generar sofocos causados por los cambios hormonales, la mayor irrigación sanguínea y el metabolismo acelerado. Para aliviar estos sofocos, se recomienda una adecuada hidratación, evitar ejercicio físico intenso, usar prendas de algodón transpirables y duchas o baños de agua tibia.

A partir de este momento, notarás que orinas con mayor frecuencia y que incluso te levantas varias veces por la noche para ir al baño. Esto se debe a la compresión del útero sobre la vejiga, lo que aumenta la frecuencia de micción. Además, es probable que padezcas estreñimiento como consecuencia del aumento del tamaño del útero, que comprime los intestinos y dificulta el tránsito intestinal.

Por último, tus areolas y pezones se oscurecen durante esta etapa del embarazo, lo cual facilitará la lactancia del bebé cuando nazca.

A tener en cuenta

Para asegurar un embarazo saludable y un buen desarrollo del sistema nervioso del bebé, sigue una dieta rica en ácidos grasos omega-3. Estos ácidos grasos también pueden estimular tu sistema inmunológico y reducir los síntomas de la depresión.

Además, es común que durante el embarazo se experimente reflujo gastrointestinal. Para aliviarlo, se recomienda comer en menores cantidades, masticar bien, evitar alimentos grasos, condimentados y picantes, así como el alcohol y el tabaco. También es conveniente evitar posturas horizontales después de comer y elevar la cabecera de la cama al dormir.

Para combatir el estreñimiento, es fundamental llevar una dieta equilibrada con fibra y buena hidratación, realizar ejercicio físico moderado cinco días a la semana y evitar el sedentarismo.

Es frecuente que las mujeres embarazadas encuentren difícil pasar el día sin una siesta. Si eres mamá y te quedas en casa, puedes aprovechar cuando tus otros hijos estén durmiendo la siesta. Si tus hijos son mayores y ya no duermen la siesta, intenta programar un tiempo de descanso por la tarde.

Finalmente, escucha a tu propio cuerpo y tómate descansos de vez en cuando para asegurar tu bienestar y el de tu bebé.