Semana 37 de embarazo
Ha llegado el momento de ultimar los preparativos para el parto. Descubre todo lo que necesitas saber en este artículo sobre la semana 37 de embarazo.No te pierdas los cambios que ocurren en tu cuerpo y cómo prepararte para la llegada de tu bebé. ¡Sigue leyendo!
En la semana 37 de embarazo tu bebé ha alcanzado un peso de alrededor de 2.900 gramos y mide 47 centímetros.
Pero, ¿qué cambios ocurren en tu cuerpo? ¿Qué debes tener en cuenta para ultimar los preparativos para el parto? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la semana 37 de embarazo y te brindamos consejos y sugerencias para que te sientas preparada para la llegada de tu bebé.
Desarrollo del bebé en la semana 37 de embarazo
En la semana 37 de embarazo, tu pequeño ha experimentado una serie de cambios fascinantes. Ya pesa alrededor de 2.900 gramos y mide aproximadamente 47 centímetros. Además, su cabeza está encajada en el canal del parto entre los huesos de la pelvis, lo que indica que está listo para nacer.
Lo sorprendente es que tu bebé engorda unos 14g al día, principalmente de grasa, y se recubre de tejido graso para proteger sus miembros y abdomen. Al mismo tiempo, pierde el lanugo, ese vello corporal fino que cubría su cuerpecito en el útero. En su lugar, las áreas donde el pelo se conservará, como pestañas, cejas y cuero cabelludo, comienzan a cubrirse de vello definitivo, más grueso.
Ahora, tu bebé hace movimientos de agarre con los dedos y responde a las luces brillantes del exterior con movimientos o giros. Sus uñas son capaces de hacer una compresión con la mano bastante eficiente y llegan a sobrepasar los dedos. Por otro lado, la longitud del fémur del bebé en esta semana es de 7,2 cm y la circunferencia de su cabeza es de 33 cm.
Es posible que observes que los movimientos del bebé pueden disminuir al final de la gestación debido al espacio limitado en el útero. No te preocupes, esto es normal. Cabe mencionar que aproximadamente el 3% de los fetos introducen las nalgas o los pies en el canal del parto en lugar de la cabeza, lo que se llama presentación podálica.
Lo más emocionante es que, con 37 semanas de embarazo, tu bebé está preparado para vivir fuera de ti, respirar aire y empezar a alimentarse con leche. ¡Pronto tendrás a tu pequeño en brazos!
El cuerpo de la madre en la semana 37
En la semana 37 de embarazo, el cuerpo de la madre experimenta varios cambios importantes. Uno de ellos es que el cuello uterino comenzará a dilatarse, lo que indica que se acerca el momento del parto. Además, el útero alcanza su máxima altura, llegando al reborde costal, lo que puede hacer que la respiración sea más superficial y frecuente.
Es posible que durante el tercer trimestre experimentes contracciones molestas, conocidas como Braxton-Hicks. No te preocupes, ya que estas contracciones cumplen la función de preparar a la madre y al bebé para el trabajo de parto. Hasta esta semana, el aumento de peso de la madre es de aproximadamente 8,950 kg.
Otro cambio que puede ocurrir en esta etapa del embarazo es que el bebé adopte la posición cefálica. Esto puede aumentar la frecuencia urinaria de la madre, ya que la cabeza del bebé ejerce presión sobre la vejiga. Además, en cualquier momento hasta el parto, el bebé puede moverse hacia la pelvis. Este movimiento es más común en madres primerizas y puede hacer que se sientan un poco más cómodas.
Por último, es normal que en la semana 37 de embarazo tengas más flujo vaginal de lo habitual. Todos estos cambios son parte del proceso natural del embarazo y ayudan a preparar a la madre y al bebé para el nacimiento.
Lo que debes saber sobre el tapón mucoso
Imagina que estás en la semana 37 de tu embarazo y, de repente, notas un pequeño sangrado en tu ropa interior. ¿A qué se debe? Pues bien, amiga, esto puede deberse a la expulsión del tapón mucoso, una señal de que el parto está cerca. Pero no te preocupes, que te voy a contar más sobre este fenómeno y cómo se relaciona con los cambios en tu embarazo.
El tapón mucoso es una sustancia que se forma en la séptima semana de gestación y se encarga de cerrar el cuello del útero, protegiendo al bebé de posibles infecciones externas. Durante todo el embarazo, este tapón ha sido una barrera de protección para el útero, manteniendo a raya a las infecciones.
Ahora bien, la expulsión del tapón mucoso puede ocurrir horas, días o incluso semanas antes de que comience el parto. Por lo tanto, aunque sea una señal de que el parto se acerca, no necesariamente significa que sucederá de inmediato.
El pequeño sangrado que mencionaba antes es conocido como sangrado cervical y puede aparecer debido a la dilatación del cuello del útero. A veces, la expulsión del tapón mucoso puede producirse al mismo tiempo que este sangrado, ya que ambos fenómenos están relacionados con el inicio de la dilatación cervical.
En resumen, si estás en la semana 37 de embarazo o más y notas la expulsión del tapón mucoso, es una señal de que tu cuerpo se está preparando para el parto. No obstante, recuerda que esto no significa que el parto sucederá en ese preciso momento, así que mantén la calma y sigue disfrutando de tu embarazo.
Consejos y sugerencias
En la semana 37 de embarazo, el momento de dar a luz se acerca, ya que la gestación ha llegado a su término y el parto puede ocurrir en cualquier momento. Por eso, es un buen momento para ultimar los preparativos para el parto. Para ello, te sugiero que prepares una bolsa de viaje con artículos de higiene y documentación del embarazo, así como tener todo listo para la llegada del bebé, como ropa, pañales, cositas para el baño y un lugar donde dormir.
Además, durante las últimas semanas de gestación, es fundamental descansar siempre que se pueda debido a la dificultad del sueño nocturno. Las siestas durante el día pueden ser de gran ayuda para cargarse de energía y enfrentarse a la nueva etapa que está por llegar.
En cuanto a la alimentación, para reducir la pesadez y acidez, te aconsejo comer poca cantidad y a menudo. También es fundamental que investigues opciones para alimentar a tu bebé, como la lactancia materna o la leche de fórmula. No dudes en consultar al médico o una asesora de lactancia para obtener más información y tomar la mejor decisión para ti y tu bebé.
En relación al parto, existen diferentes posiciones que pueden ayudarte durante el proceso. Mantén una mente abierta, ya que lo que se considera cómodo puede variar durante el trabajo de parto. No tengas miedo de probar distintas opciones hasta encontrar la que mejor se adapte a ti.
Por último, no subestimes la importancia de pedir a tus seres queridos que hagan tareas para ayudarte durante las primeras semanas de vida del recién nacido, ya que será un momento de adaptación para toda la familia. La colaboración de todos será esencial para que puedas centrarte en cuidar de tu bebé y de ti misma.