Semana 38 de embarazo
¡Bienvenida a la semana 38! Tu bebé está listo para el gran debut, ¡y tú también! Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para estar preparada y tranquila. No te pierdas ningún detalle sobre el desarrollo de tu bebé y cómo te afecta a ti.
¡Hola! Estás en la semana 38 de tu embarazo, ¡felicidades! Este es un momento emocionante y lleno de cambios para ti y tu bebé. En esta etapa, tu bebé está completamente desarrollado y listo para nacer en cualquier momento.
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¿Cómo se desarrolla el bebé en la semana 38?
En la semana 38 de embarazo, tu bebé ya pesa alrededor de 3 kilos y mide cerca de 47 centímetros. A estas alturas, sus movimientos son menos bruscos debido al poco espacio disponible en el útero. Sin embargo, el cerebro del bebé sigue desarrollándose rápidamente, pudiendo crecer un tercio de su tamaño entre las semanas 35 y 39. Además, el hígado del bebé termina de formarse en esta etapa.
La piel del bebé es más sensible a la sensación del agua que lo envuelve, y el tejido de las futuras pezones y los pequeños dedos de los pies están en desarrollo. Por otro lado, el sistema inmunológico del bebé está en proceso, produciendo células blancas de la sangre. La cabeza del bebé tiene una circunferencia de unos 32 centímetros.
En cuanto a los órganos del bebé, están maduros y funcionan correctamente, a excepción del cerebro y los pulmones. Aunque estos pueden funcionar fuera del útero, seguirán madurando durante la infancia. En el caso de un bebé varón, los testículos ya han descendido al escroto, a menos que haya un problema de testículo no descendido.
El embarazo ha llegado a término y el bebé podría nacer en cualquier momento, pues la duración de un embarazo normal es de 9 meses, lo que equivale a unas 38 semanas de gestación.
En lo que respecta al meconio, es la primera deposición del bebé, de color negro verdoso y espesa. Se forma a partir de materiales de desecho como las células muertas de la piel y el lanugo. Los intestinos del bebé también estarán almacenando su primer excremento, llamado meconio, que pasará después del parto. Esta sustancia viscosa está compuesta por todo lo que el bebé pudo haber tragado en el útero.
Cambios en la madre en la semana 38
A las 38 semanas de embarazo, seguramente te sientes muy cansada, pesada y con dificultades para dormir, especialmente en los meses de otoño e invierno, cuando este cansancio se vuelve un poco más llevadero. Es posible que la tripa te cause dificultades para moverte o dormir bien por las noches, y que notes un ligero descenso del útero.
Este descenso de la altura uterina puede hacer que las molestias en tus genitales se acentúen y aumenten las ganas de orinar. Además, en esta etapa del embarazo, es común que experimentes emociones encontradas. Cuando el bebé encaja su cabeza en la pelvis materna, puedes sentir presión y molestias en la zona pélvica, así como un aumento en las ganas de orinar.
Algunos de los síntomas que podrías experimentar en la semana 38 incluyen: hinchazón en piernas, tobillos, pies y manos, síndrome del túnel carpiano, aumento del flujo vaginal, secreción de calostro y contracciones de Braxton Hicks más frecuentes. La diarrea también es común en las últimas semanas del embarazo, debido a las hormonas del parto y a la posibilidad de que este llegue pronto.
Consejos para este momento de la gestación
En este momento de la gestación, es normal que te sientas emocionada pero también angustiada, al igual que tu pareja. Ambos pueden experimentar miedos y preocupaciones, lo cual es completamente normal durante esta etapa del embarazo. Para superar estos miedos, es fundamental mantener una comunicación abierta y honesta entre ustedes. Al compartir sus sentimientos e inquietudes, podrán tranquilizarse mutuamente y enfrentar juntos esta etapa tan especial.
Debido a los cambios hormonales y físicos que has experimentado durante los meses de embarazo, es posible que te sientas irritable, agresiva e impaciente. No te preocupes, esto también es normal y forma parte del proceso. Trata de ser consciente de tus emociones y busca momentos de relajación para ayudarte a sobrellevar estos cambios.
En cuanto al ejercicio, es cierto que no todas las madres pueden hacer deporte en este punto de la gestación. Sin embargo, te recomiendo practicar ejercicios de respiración como preparación para el parto. No solo te ayudarán a eliminar el estrés, sino que también serán útiles para enseñarte a gestionar el dolor y las molestias durante el parto. La práctica de estos ejercicios te permitirá afrontar el momento del nacimiento con mayor confianza y seguridad.